¿Qué hacer en caso de emergencia animal?
top of page

¿Qué hacer en caso de emergencia animal?


En el momento en se desata una emergencia, nuestros propios cuerpos entran en estado de pánico: se nos acelera el ritmo cardíaco, las pupilas se dilatan, respiramos fuerte para obtener más oxígeno y definitivamente se nos nubla el pensamiento haciéndonos más propensos a tomar malas decisiones. Esto sucede porque nuestros organismos secretan hormonas específicas que están diseñadas para echar a andar mecanismos de huida y defensa que nos han protegido de amenazas desde tiempos prehistóricos.


Sabiendo esto, las personas preparadas, tenemos accesibles planes para saber exactamente qué hacer en momentos extremos: no es lo mismo que se venga un gran terremoto y no tengamos la mínima idea de qué hacer más que salir corriendo a merced del caos, a que se mueva la tierra y con ella nos movamos nosotros, asustados sí, pero seguros de que siguiendo los pasos de un plan bien pensado antes de la emergencia (cuando podíamos razonar claramente) vamos a ir por el camino que nos lleve lo más cerca del bienestar.


El mismo concepto aplica en todas las posibles situaciones de emergencia en nuestras vidas: qué plan ponemos a andar en caso de robo, incendio, choque, pérdida de ser querido, accidente, desastre natural o socio-económico… las posibilidades son muchas y no es mi intención sembrar miedo, pero sí quiero que nos preocupemos (PRE-OCUPAR, es decir, prepararse antes de ocuparse).


Cada persona a nivel individual y de comunidad, tiene la responsabilidad de preocuparse de planear su modus operandi de acuerdo a los diferentes escenarios nefastos. Uno de esos escenarios es muy común en hogares donde hay animales: que alguno de ellos se lastime o se enferme de gravedad, necesitando cuidado veterinario de emergencia. Si has tenido mascotas, es probable que te toque esta terrible experiencia alguna vez, así que la mejor idea es estar preparado y saber cuáles son los pasos y en qué orden ejecutarlos cuando más tengás que actuar y menos podás pensar.


El dueño de mascota responsable tiene tres herramientas a su disposición en caso de emergencia: primero, un veterinario a quien llamar al que se le va a narrar claramente lo sucedido y que nos va a dar instrucciones acerca de qué hacer; segundo, un botiquín de primeros auxilios para poder ofrecer al paciente una ayuda inmediata por mientras tanto y tercero, un medio de transporte listo para moverse hacia el hospital de emergencias más cercano. A continuación comentaré cada uno brevemente:


UN VETERINARIO A QUIEN LLAMAR: Siempre debe estar a la vista de todas las personas de la casa el número de teléfono del veterinario que normalmente atiende a la mascota. También hay que hablar con este veterinario y definir si entre sus servicios está la atención de emergencias 24 horas al día, los 365 días del año o no, ya que al igual que en medicina humana, no toda clínica veterinaria es hospital veterinario. Si tu médico de cabecera no ofrece servicios de emergencia, debes tener bien claros el número y la dirección de un hospital que tenga equipo y personal calificados para atender situaciones de emergencia en cualquier momento.


BOTIQUÍN DE PRIMEROS AUXILIOS: En una caja que podamos ubicar rápidamente acumulamos una serie de cosas que sabemos cómo usar y que revisamos todos los años para asegurarnos que están completos y con buenas fechas de expiración. Pensando en diferentes escenarios encontramos:

  1. En caso de heridas: gasas, algodón, esparadrapo y venda auto-adherible para parar sangrados. Clorhexidina líquida y spray cicatrizante con antibiótico para limpiar.

  2. En caso de intoxicación: Jeringa de 20ml para administrar líquidos, agua oxigenada y agua con sal para inducir el vómito, protector gástrico y tabletas de carbón activado para absorber tóxicos.

  3. En caso de reacción alérgica: tabletas de antihístamínico y/o prednisolona.

  4. En caso de trauma: bozal y caja transportadora en donde el animal pueda moverse lo menos posible.


UN MEDIO DE TRANSPORTE LISTO PARA MOVERSE: Si tenés carro, ahí está la solución, pero si la emergencia le toca a alguien de la casa que no tiene o simplemente no hay un automóvil disponible, hay que tener el número de un transportista de animales que trabaje alrededor del reloj. No todos los hospitales de emergencia ofrecen transporte y se ha demostrado que en muchas situaciones se pierde tiempo vital esperando a que llegue alguien a recoger al animal y luego llevándolo al hospital. Es mejor llevarlo sin esperarse directo al hospital y SIEMPRE es mejor mover a los animales de un lugar a otro encerrados en una transportadora o “kennel” por dos motivos: 1. Para que no se escapen ni se hagan más daño a ellos mismos y 2. Para que no nos hagan daño a nosotros, recordá que hablamos de un animal asustado y/o con dolor cuyo comportamiento es impredecible por lo que nos puede atacar.


Tené bien ubicados y hablados estos tres pasos a seguir en caso de emergencia veterinaria y siempre esperando lo mejor, pero preparándose para lo peor, vas a ser un dueño de mascota más efectivo en casos en donde la capacidad de tomar decisiones se torna deficiente, pero es imperativo actuar.



Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
bottom of page